Punto Biz fue el primer medio especializado en economía y negocios en aparecer en la región. En el año 2002 da sus pasos iniciales bajo el soporte digital y a partir de abril de 2003, sale a la calle la versión quincenal en papel. En la actualidad, mantiene sus publicaciones bajo los dos soportes y, ahora sin con competencia, busca encontrar su identidad dentro de Internet. Lo que intentamos analizar desde este trabajo es cuáles son las lógicas de producción que aplican desde este medio para sostener el contenido bajo las dos pantallas.
Destinado a un público de nicho, el director de Punto Biz, Gabriel Gonzáles, plantea que dirigen sus producciones a “empresarios, ejecutivos de negocios, gente que le interesa la economía y sigue esos temas y muchos profesionales que prestan servicios a las empresas”. Al mismo tiempo, agrega que sus consumidores varían “según la grieta en los medios locales”. Esta quizás sea una de las mayores razones de la estética y la tecnología que aplican como medio periodístico en su página web.
Según relatan los jefes de redacción, Mariano Galíndez y Noelia Sciarratta, que hace sólo tres años que la producción para las dos pantallas comenzó a diferenciarse. “En un principio y hasta ese momento, era exactamente lo mismo la edición on line y la impresa, es decir el mismo tipo de noticias, pero decidimos en una cuestión estratégica por la competencia poner toda la carne al asador en lo que es la web y reformular la edición papel con noticias más de desarrollo, de investigación, con más fuentes, armando más un perfil o una tendencia. No tanto el dato puntual que se pierde al otro día”.
Originalmente la revista replicaba el formato de la web, eran noticias de negocios bien puntuales. Eran básicamente lo mismo tanto en cantidad de notas como en variación de notas. El desarrollo de las mismas era exactamente igual, algunas más cortas y otras mas largas. “Lo que diferenciaba una de otra es que en la versión on line poníamos las noticias inmediatas (para no arriesgarnos a guardarla y que se queme saliendo en algún otro medio). Pero así y todo, buscábamos que las más importantes salgan en la revista papel (las inversiones mas importantes, las mas novedosas)”.
En referencia a esto, Clay Shirky desarrolla: “Hasta hace poco, la noticia significaba dos cosas distintas – eventos que eran noticiables, y eventos cubiertos por la prensa. En ese entorno, lo que hacía que algo fuera noticia era el criterio profesional. Ciertamente, lo que hoy puede pasar es que los medios de noticias terminen cubriendo un acontecimiento porque ha irrumpido en la conciencia pública por otros medios”.
En la entrevista “Internet plantea más potencialidades que rupturas”, Marcos Palacios identifica un “momento inicial en que se habló mucho de la sustitución de una tecnología por otra, se habló mucho de que el periódico en papel iba a desaparecer, de que todo iba a ser digital, que la pantalla de la computadora sería la superficie de la cultura”. Al tiempo que remarca que “a través de la digitalización se va posibilitando el acceso de una manera mucho más rápida y simplificada a todo un acerbo cultural que hasta entonces había sido muy difícil de acceder”.
A partir de ese momento el medio comenzó a identificar dos lógicas de producción las noticias de la revista se convirtieron más en informes donde se analizaban más las noticias a fondo. Esa es la principal diferencia que destaca Galíndez, que “en la revista se escribe con temas más de fondo, de tendencia abasteciéndonos de la materia prima que nos da el negocio concreto. Las noticias son mas largas en cantidad y con mas fuentes, buscando dejar sentada alguna tendencia de fondo o movimiento de la economía y los negocios”. También la estructura de la redacción es tenida en cuenta.
En este caso, el planteo de los profesionales coincide con el de Francisco Albarello, Doctor en Comunicación Social quien explica: “La pantalla y el impreso como dispositivos de lectura establecen relaciones diferentes con los lectores e invitan a leer de distinto modo, aunque estas maneras no se oponen sino que se complementan. Mientras la pantalla permite una lectura superficial, da una mayor gratificación sensorial pero al mismo tiempo se lee apurado, en el impreso la lectura es profunda, hay mayor implicación de la imaginación y se lee tranquilo. Además, mientras la pantalla permite una lectura abierta (hipertexto) y entrecortada (enlaces), en el impreso la lectura es limitada y continuada.
Dentro de la lectura de ambas pantallas, comienzan a entrar en juego diferentes factores, que hasta el momento no entraban. La estética y las herramientas tecnológicas aplicadas en la redacción de una nota juegan un papel que no todos los medios tienen en cuenta. En el caso de Punto Biz, con letras pequeñas que dificultan la lectura, la home page se encuentra sobrecargada de banners y publicidad que rompen con el recorrido lógico de una lectura digital. No hay posibilidades de interacción, la lectura es lineal al igual que en el papel, con notas extensas en comparación con otros medios y con una imposición de recorrido único al no utilizar el hipertexto. Tampoco hay una diferenciación de contenidos fácilmente de visualizar y el diseño no parece estar acorde con el concepto trabajado por Arabello que explica que “la naturaleza de la interfaz mantiene explícitas las condiciones de lectura”. Para entender el por qué de esta producción, proponemos escuchar la explicación de Galíndez.
El futuro de Internet y la posibilidad de democratizar la información
Dentro de las numerosas corrientes que analizan la evolución de Internet como medio de difusión y de generación de contenidos, muchos teóricos coinciden en que este soporte aporta la posibilidad histórica de la democratización.
Tal como lo menciona el investigador Ariel Vercelli, en una columna escrita en Telam, “el desarrollo de las tecnologías digitales, la expansión de Internet y el crecimiento de las redes de telefonía móvil ha favorecido cambios radicales en las formas de gobierno a nivel global”.
Sin embargo hay otra corriente que tiende a afianzar la idea de que los contenidos de Internet dejarán de ser abiertos para ser cada vez más privados, y con ello, se instaurará en la conciencia del colectivo el hábito de pagar por el acceso a la información. Así es como lo ven desde Punto Biz, quienes desde su inicio mantienen un porcentaje de sus noticias cerradas exclusivamente a sus suscriptores.
En su tesis, Repasando los bienes intelectuales comunes, Vercelli explica que “las tecnologías digitales e Internet han favorecido un cambio radical en las capacidades de los usuarios finales”. Entre otros cambios, estas tecnologías han favorecido, fortalecido y renovado el ejercicio directo e inmediato de los derechos de autor y los derechos de copia. A través de estas tecnologías digitales y de las redes distribuidas los bienes intelectuales comunes renacen constantemente y crecen a medida que más se distribuyen obras intelectuales en Internet.
Sin embargo, en el mismo momento, formando parte del mismo proceso, estas tecnologías digitales e Internet también favorecen la clausura, el cercamiento, la privatización y la apropiación de diferentes formas de valor intelectual. Como nunca antes en la historia de la humanidad, las corporaciones comerciales pueden utilizar estas mismas tecnologías para apropiar y acumular las obras y bienes intelectuales que los usuarios finales de Internet producen cotidianamente. En este sentido, las tecnologías digitales e Internet han favorecido, fortalecido y renovado el ejercicio directo e inmediato de apropiar obras y bienes intelectuales a nivel global. Como en la filosofía del yin y yang, el mismo renacimiento y distribución de los bienes intelectuales comunes sirve para que sean apropiados y privatizados.
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